La familia de una supuesta niña robada ha hallado en el nicho del municipio de Venta del Moro donde pensaban que estaba enterrada la pequeña el cadáver momificado de una persona adulta.

Así lo indicó el abogado y presidente de SOS Bebés Robados, Enrique Vila, quien explicó que el hermano de la pequeña decidió exhumar su cadáver al dudar que la pequeña, que nació en 1952, estuviera allí enterrada.

Al abrir el nicho familiar, según Vila, no había «rastro alguno del bebé» y en la caja solo había el cadáver modificado de un hombre que podría podía haber muerto hace «70 u 80 años», según certificó el forense.

Según el registro civil fue enterrada en ese cementerio tras fallecer a los dos meses de edad y en el nicho están escritas sus iniciales, J.G, «como si fuese real que estuviese allí», añade el abogado.

POSIBLE DENUNCIA // «Seguimos preguntándonos dónde están los restos, indicó Enrique Vila, quien ha añadido que alguien «se preocupó de fingir» la muerte de la pequeña inscribiéndola en el registro civil y escribiendo sus iniciales en el nicho. Ahora la familia estudia la presentación de una denuncia ante fiscalía, señaló Vila, que añade que también iniciarán su búsqueda.

Por otra parte, Ascensión López, de 54 años, reconoce que se veía ya «con la maleta hecha» para entrar en prisión. Se trata de la primera condenada por los casos de los bebés robados en nuestro país, pero irónicamente no por participar en esas adopciones fraudulentas, sino por injurias y calumnias contra la monja, una tía suya, que tramitó la suya. Ahora, un juzgado de Almería ha decidido suspender su entrada en prisión durante cinco meses al no poder hacer frente a los 3.000 euros de la multa impuesta, y le da un nuevo plazo de dos años para asumir el pago.

El Gobierno rechazó en octubre pasado su indulto al contar con la negativa del tribunal que dictó la sentencia en el 2015.