La madre de un niño de diez años ha denunciado por lesiones a la compañía suministradora y al fabricante de un smartphone cuya batería comenzó a arder y provocó a su hijo daños severos en la mano por quemaduras químicas. El Juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Burgos ha iniciado diligencias después de recibir la denuncia por lesiones hace unos días, según confirmaron fuentes del tribunal.

El incidente ocurrió el pasado 7 de agosto en el domicilio familiar ubicado en Burgos. De acuerdo a la progenitora del menor, que ha pedido el anonimato para preservar la intimidad del menor, su hijo «empezó a gritar y le vi en el pasillo con el móvil en la mano ardiendo y emitiendo un intenso humo negro».

Después de arrojar el teléfono al lavabo y cubrirlo de agua, llevó al pequeño al Hospital Universitario de Burgos, donde necesitó varias curas y hasta la intervención de un cirujano plástico, ya que «las quemaduras químicas son mucho peores que una simple quemadura normal».

Se trataba de un móvil comprado en noviembre del 2016 a través de la empresa suministradora y fue reparado en el mes de marzo de este año, cuando le cambiaron la batería y la placa.

A tenor de lo sucedido, la madre asegura que ha cogido «miedo» a los móviles y ya no los usa. Según explicó, ha decidido denunciar lo ocurrido no solo para reclamar por los daños sufridos por su hijo, sino para concienciar del riesgo que supone que los niños usen un smartphone y pedir que se elabore un protocolo para este tipo de situaciones.