Solo quería asustarla y mi deseo era suicidarme”, declaró ayer el ciudadano rumano Raúl T., acusado de acuchillar brutalmente a su expareja sentimental en Benicàssim, en el juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial de Castellón, y que continuará el próximo jueves. Una vista en la que acusó a la víctima de “jugar” con sus “sentimientos” y “no soportar” que tenía otra relación. “No dormía por las noches, estaba muy nervioso y trastornado”, añadió el imputado a la hora de reiterar que su deseo era volver con su expareja, quien había roto la relación. “Quería seguir con ella, estar juntos”, concretó.

El fiscal pide una pena de 14 años y medio por un delito de homicidio en grado de tentativa, así como una orden de alejamiento respecto a la víctima por una duración de 10 años. Mientras, la defensa señala que los hechos solo son un delito de lesiones, por el que reclama para su patrocinado un año de cárcel, y la libre absolución por la tentativa en grado de homicidio que no existe, ya que si no hay delito, no hay pena.

FUE A SU CASA // El acusado reconoció que fue a casa de la víctima y la esperó en el zaguán. Relató que la amenazó con el cuchillo que portaba y, después, se fue a un patio de luces para autoinfringirse lesiones que acabaran con su vida, y que no consiguió.

Por su parte, la mujer, durante su testimonio, aseguró ahora no recordar nada de lo que había pasado en el día de autos, en la noche del 22 de septiembre del 2013, frente a su primera declaración en sede policial. Dijo que su relación sentimental con el encausado se había terminado y ella misma había puesto final a esta relación “porque bebía y se ponía muy agresivo”, manifestó. “No quería que volviera a casa y, por eso, lo avisé varias veces de que viniera a recoger sus cosas, pero tenía miedo”, agregó.

Durante la vista oral declararon también los dos policías judiciales de la Guardia Civil que actuaron tras recibir una llamada de auxilio de los vecinos, alertados ante lo que estaba pasando.

“CON LA MIRADA PERDIDA” // Afirmaron que llegaron al edificio donde se encontraba la víctima tendida en el suelo, y el autor de los hechos en el patio de luces “trastornado, con la mirada perdida, con los brazos extendidos y sin reaccionar a las preguntas que le formulamos”. Ambos fueron trasladados después al Hospital General de Castellón. H