Un hombre mató ayer a su mujer y a sus dos hijos, un niño y una niña de 5 y 8 años, en una vivienda de Campo de Criptana (Ciudad Real). El agresor se quitó la vida posteriormente arrojándose al vacío por la ventana del domicilio. Las víctimas fallecieron estranguladas y en la casa había un fuerte olor a gas butano, según informaron a la agencia Efe fuentes de la investigación.

Los hechos ocurrieron a las nueve de la mañana. El hombre, de 44 años y trabajador municipal, se precipitó desde el segundo piso y una patrulla de la Guardia Civil se presentó en el domicilio del fallecido. Tras comprobar que nadie respondía y que los niños tampoco estaban en el colegio, llamaron a un cerrajero.

El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, confirmó que entre el matrimonio no existía denuncia previa ni antecedentes por malos tratos, y la mujer y su familia no habían solicitado recursos del Ejecutivo regional. «Por eso hay doble consternación», admitió el delegado refiriéndose al «terrible y trágico» suceso.