Un acuerdo de conformidad es a lo que aspiran las defensas de los tres detenidos por el brutal asesinato de Miguel Navarro, Maikel, que tras permanecer desaparecido desde el día de Reyes fue localizado el pasado jueves enterrado en un campo de naranjos próximo a la basílica de Lledó, atado con cuerdas y con múltiples hachazos en la cabeza, envuelta en una bolsa de plástico.

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La idea, confirmaron fuentes del caso, es evitar el juicio, teniendo en cuenta que los tres implicados confesaron finalmente ante la Policía Nacional y ante la juez los detalles de este macabro suceso que ha conmocionado a toda la sociedad castellonense. Y es que los arrestados apenas tienen 14, 17 y 20 años de edad.

Los dos menores se enfrentarán, pues, a un máximo de ocho años de internamiento en un centro de reeducación. El mismo sábado, tras declarar en el juzgado, ya fueron enviados a Valencia (el de 14) y a Alicante (el de 17), donde permanecerán encerrados. La Ley del Menor contempla que no deben pasar más de seis meses para la celebración del juicio. Por lo que este año, probablemente, se dicte sentencia, que, como apuntaban fuentes fidedignas, podría responder a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía para evitar pasar por la vista oral pública.

El adulto, en cambio, que responde a las iniciales A.A.S., quien ha ingresado de manera preventiva en prisión, podría enfrentarse a penas de entre 15 y 20 años por asesinato. Será clave en la instrucción, entonces, esclarecer si iba o no drogado (declaró que había consumido cocaína y hachís) y si el juez tiene en cuenta, como pretende la Defensa, su colaboración y confesión del crimen.

UN CUARTO INVESTIGADO // Pese a que la juez ha decretado el secreto de todas las actuaciones para no entorpecer la investigación, nuevos detalles han trascendido en este oscuro, tenebroso y escalofriante caso. Tanto es así que fuentes solventes apuntaban a que una chica, conocida de los detenidos y de la víctima, tenía información del crimen. Además, detallaron, la Policía Nacional está indagando ahora sobre si existe un móvil diferente al ajuste de cuentas por una deuda por drogas, como se apuntó en un primer momento. De hecho, se están haciendo averiguaciones sobre un preso. La base de todo, al parecer, son unos mensajes a través de un teléfono y que llevarían a abrir nuevas líneas de investigación. Pero son todo hipótesis.

Cabe recordar que el crimen de Maikel, como desveló ayer Mediterráneo, formaría parte de un plan ideado, al parecer, por uno de los menores, el de 17 años. Una supuesta deuda con Maikel le llevó a pedir, como se desprende de las declaraciones ante el juez, a los otros dos chavales su ayuda para acabar con su vida. De hecho, relataron, en la casa ya tenía preparadas las cuerdas, tres hachas y botellas de salfumán para limpiar después la sangre.

La tarde de Reyes, cuando todos entraron en la casa, se sucedió el brutal ataque. Maikel moría tras recibir varios hachazos en la cara. Al ver que sangraba, envolvieron su cabeza con una bolsa de plástico, «para que no se manchara la casa». Tras esto, confesaron, lo ataron con las cuerdas y lo trasladaron hasta el huerto que hay delante de la vivienda, donde cavaron un hoyo y lo enterraron, todavía con vida.

Después, limpiaron la sangre con el salfumán y se deshicieron de su teléfono y pertenencias.