Un agente de la Policía Nacional aceptó ayer una pena de cuatro meses de inhabilitación para empleo y cargo público tras reconocer que impidió registros a los miembros de un clan familiar dedicado al tráfico de drogas al menudeo en Alcoi, según informaron fuentes judiciales.

Junto al policía, de 58 años y en régimen de segunda actividad, fueron juzgados en la Audiencia de Alicante los cuatro traficantes a los que protegía, quienes se declararon culpables de un delito contra la salud pública. Dos de los acusados, que son reincidentes, se conformaron con sendas penas de dos años y cuatro meses de prisión, mientras que los dos restantes serán condenados a un año y ocho meses.

Los hechos se remontan a noviembre del 2011, cuando una decena de miembros del clan fueron apresados en una operación antidroga desarrollada por la Policía Nacional, que se incautó de pequeñas cantidades de cocaína, heroína, hachís, marihuana y varios medicamentos en dos domicilios de Alcoi. El agente exhibía su carné profesional para impedir que otros compañeros “efectuaran registros a sus personas o a los vehículos utilizados para transportar las sustancias ilícitas”. H