Arrebato de ira. Un hombre de origen marroquí, de 37 años, ha sido detenido por efectivos de la Policía Nacional de Vila-real como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa tras intentar acabar con la vida de su propio hermano en una vivienda de esta localidad, según informaron a Mediterráneo fuentes cercanas al caso.

El agresor, que ya ha entrado en prisión provisional, explicaron fuentes judiciales, podría ser juzgado en los próximos meses por tentativa de homicidio o por un intento de lesiones. Un extremo que en estos momentos está siendo valorado por las autoridades judiciales competentes, ya que, según los testigos del suceso, la intención de hombre era acabar con la vida de su hermano.

DISCUSIÓN // Los hechos sucedieron de madrugada, en un piso ubicado en la calle Aviador Franco de Vila-real. Al parecer, el ahora detenido y la víctima mantuvieron una charla sobre un asunto que no ha trascendido, y que aún investiga la Policía Nacional. Ante el desacuerdo de ambos respecto a dicho tema, el agresor salió de la vivienda dando un fuerte portazo. Un hecho que ya, en ese instante, y siendo las dos de la madrugada, despertó inquietud en los vecinos. De hecho, algunos avisaron a las autoridades tras escuchar la fuerte bronca en el interior de la casa.

REGRESO // Minutos más tarde, como detallaron a este diario las mismas fuentes, el agresor volvió al piso. Pero, esta vez iba acompañado de otros dos amigos. Fue entonces cuando se desencadenó una brutal pelea, en la que el ahora detenido comenzó a lanzar objetos y parte del mobiliario al suelo, fracturando, incluso, ventanas y puertas, dado su enfado. Un ataque de ira que le llevó, en un momento dado, a hacerse con un cuchillo de la cocina, de 15 centímetros de hoja, y dirigirse hacia su hermano con la intención de acabar con su vida.

Algunos testigos escucharon cómo el agresor lo amenazaba con frases como “te voy a matar” o “te vas a enterar de una vez”. Fueron los dos amigos que estaban en la casa también quienes consiguieron frenarlo a la fuerza hasta la llegada de la Policía Nacional cuyos efectivos los redujeron en el suelo y le pusieron las esposas, pese a la fuerte resistencia que mostró en todo momento con el cuchillo aún en la mano. H