Agentes de la Patrulla de Protección del Medio Ambiente y Bienestar Animal de la Policía Local de Castellón, UPROMA, han instruido diligencias al Juzgado de Instrucción de guardia contra dos personas, el propietario de un perro de raza potencialmente peligrosa y la persona responsable del animal en el momento del ataque, por un presunto delito de maltrato animal y daños, al atacar dicho can a otro causándole lesiones graves. Los hechos se remontan al 16 de octubre de 2016, cuando, sobre las diez de la mañana, una mujer estaba paseando a su mascota, un perro de la raza Yorkshire, por la Plaza Escultor Adsuara.

En un momento dado, la mujer observó que en dicho recinto también se encontraba otra persona junto con otro perro de raza potencialmente peligrosa, el cual, según ella, se encontraba suelto y sin bozal. Este animal, un perro de raza American Staffordshire Terrier, cuando se percató que había otro can en las inmediaciones, se dirigió rápidamente hacía él. La dueña del perro Yorkshire, al percatarse que se acercaba el animal, cogió a su mascota y la levantó del suelo para evitar el ataque pero aún así el perro American Staffordshire Terrier se apoyó sobre la mujer, alcanzó a su perro y lo lanzó contra el suelo provocándole heridas de consideración en un ojo y en los cuartos traseros.

Inmediatamente un vecino que se encontraba en la Plaza Escultor Adsuara medió en la agresión y auxilió a la mujer y a su perro Yorkshire mientras que el otro can y la persona que en ese momento era su responsable, se marcharon de la plaza. La mujer del perro herido procedió a llamar a la Sala Municipal de Seguridad y Emergencias 092 para informar de la agresión y a los pocos minutos se presentó en el lugar de los hechos una patrulla de la Policía Local, cuyos agentes comenzaron a recabar toda la información referida al incidente. Mientras los policías auxiliaban a la mujer y al perro malherido, se presentó en la plaza el titular del perro agresor el cual aseguró a los agentes que disponía de toda la documentación en regla de su animal. Los agentes apuntaron todos los datos de esa persona y remitieron toda la información del altercado a la Unidad UPROMA. Los agentes de esta Unidad de Protección de la Naturaleza de la Policía Local comenzaron entonces a realizar las comprobaciones pertinentes sobre el suceso y tomaron manifestación a todos los implicados.

Estos testimonios aportaron indicios que apuntaban hacía la idea de que el perro agresor, en el momento del ataque, ni llevaba correctamente colocado el bozal ni estaba sujeto a ninguna cadena. Además los policías comprobaron que, en el momento del ataque, el propietario del perro agresor no tenía contratada ninguna póliza de seguro obligatorio de responsabilidad civil para el tipo de raza al que pertenecía su perro. Por lo tanto a la vista de todos estos hechos, los agentes de la Unidad UPROMA han imputado al dueño del perro de raza American Staffordshire Terrier, J.M.P.M. y la persona que en ese momento era la responsable del can, C.M.P., un presunto delito de maltrato animal y daños. En cuanto al perro agredido de la raza Yorkshire, tuvo que ser atendido de urgencia por un veterinario de guardia, el cual lo tuvo que intervenir quirúrgicamente tras la agresión. Además, a día de hoy, todavía se encuentra bajo tratamiento veterinario por daños irreversibles en un ojo como consecuencia de la agresión.