La familia de Javier Fernández, el hombre fallecido el miércoles en Ponteareas (Pontevedra) por un disparo de un guardia civil, aseguró ayer que no era un maltratador, sino que sufría un trastorno bipolar, y que pedirá responsabilidades “contra todas las personas que han actuado erróneamente”.

Fernández era un conocido músico vigués, batería del grupo de rock Los Piratas, disuelto a mediados de la década pasada, y su muerte ha generado un gran revuelo en la pequeña parroquia de Gulans, en Ponteareas, y en las redes sociales.

La familia, a través de las redes sociales y luego en declaración a los medios, han cuestionado la versión de la Guardia Civil en donde indican que disparó un agente contra el fallecido tras agredir este al compañero con un cuchillo e intentarlo de nuevo, como informó Mediterráneo en su edición de ayer.

Asimismo, los familiares han criticado al psiquiatra que trató a Hal, apodo por el que era conocido el fallecido, por haberle retirado la medicación, pese a la petición contraria. “Hubo tensión pero no agresión”, sostiene Andrea Montes, su viuda.

Fuentes de la Benemérita informado que el instituto armado ha abierto una información reservada sobre el agente que disparó. Además, la Unión de Guardias Civiles exige que no se hagan juicios paralelos. H