La Fiscalía de Málaga investiga una supuesta agresión sexual cometida sobre un menor de 14 años, con una discapacidad intelectual del 41%, por parte de dos hermanos de 11 y 15 años con los que comparte centro escolar.

La supuesta agresión se habría cometido el pasado verano, pero los agresores habían amenazado al menor para que no contara nada, incluso de muerte para que no contara nada. Así, el hecho salió a la luz hasta una pelea escolar el pasado mes de octubre. La defensa de la víctima, que se encuentra bajo tratamiento psicológico y no contó nada «por miedo y vergüenza», ya ha pedido la expulsión y el cambio de centro de los menores agresores.

Según explica el abogado de la víctima, el pasado mes de octubre se produjo un enfrentamiento en el recreo del instituto donde estudia la víctima. El director llamó a los dos alumnos a su despacho para esclarecer los motivos de la discusión, y allí la víctima relató la agresión sexual cometida por su compañero y el hermano de este, de 11 años, en una piscina pública abandonada. El supuesto agresor no negó los hechos, pero culpó de los mismos a una cuarta persona, amiga de la víctima. Sin embargo, este chico contó que había visto al supuesto agresor y a su hermano llevarse por la fuerza a su amigo a un cuartillo, donde le obligaron a realizar ciertas prácticas sexuales. Este testigo presenció los hechos escondido detrás de una puerta.