El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Vila-real ha concluido ya la instrucción del caso en el que un joven, de 32 años y nacionalidad rumana, resultó apuñalado en el muslo durante una reyerta el pasado mes de abril en un pub de Vila-real y casi muere desangrado, como publicó este diario en exclusiva. El magistrado ha dictado auto de procesamiento contra el presunto agresor, un español de 51 años, y ha remitido el sumario a la Audiencia Provincial de Castellón, encargada de enjuiciar los hechos por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa, según han confirmado a Mediterráneo fuentes judiciales.

Las partes deberán personarse ahora en la causa y realizar sus calificaciones provisionales, especificando qué penas de cárcel piden para el acusado, que se encuentra ingresado en prisión provisional desde que fuera detenido hace nueve meses, así como qué indemnizaciones para la víctima, que perdió tres litros y medio de sangre a causa de la cuchillada.

El procesado cuenta con un amplio historial delictivo y los forenses han determinado en el informe médico elaborado durante la instrucción que la puñalada que asestó al herido podría haberle causado la muerte, según ha podido saber este rotativo.

Los hechos sucedieron en la madrugada del pasado 25 de abril en el pub Ainhoa de Vila-real, en la intersección de las calles Jorge Nebot y Almassora, en el barrio de Las Cuestas. Eran alrededor de las 3.30 horas cuando uno de los clientes del local, el detenido, se enzarzó en una agresiva pelea con otro, la víctima, y lo apuñaló con un arma blanca en el muslo, desgarrándole la femoral.

El herido perdió una gran cantidad de sangre y estuvo a punto de morir a causa de las graves lesiones. Por fortuna, los efectivos sanitarios pudieron taponar la herida y evacuarlo de urgencia al Hospital General, donde ingresó en estado grave y fue intervenido quirúrgicamente.

ALARMA VECINAL / El suceso alarmó a todo el vecindario, y es que los gritos que procedían del establecimiento despertaron a varias familias, que se asomaron a las ventanas para comprobar qué sucedía. Desde sus hogares pudieron asistir al gran despliegue policial y sanitario que había en el lugar, en donde un gran charco de sangre delataba lo ocurrido.

El arma blanca fue recuperada por los agentes de la Policía Nacional, que dirigieron la investigación. Los testigos de la agresión apuntaron durante su declaración policial a una posible discusión por un asunto de drogas como móvil del apuñalamiento.

El juicio por estos hechos se celebrará este año en la Audiencia Provincial de Castellón.