Quedan ocho años para que Joaquín Ferrándiz Ventura (JFV), el asesino en serie de Castellón, salga de prisión. En el año 2023 liquida condena, según ha confirmado a este periódico el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Entonces, habrán pasado 25 años desde que ingresara en prisión por los cinco asesinatos que cometió entre 1995 y 1996, en los que acabó con la vida de las jóvenes Sonia Rubio, Natalia Archelós, Mercedes Vélez, Francisca Salas y Amelia Sandra García.

JFV fue condenado a 69 años de prisión por la Audiencia Provincial de Castellón en el año 2000, aunque se encontraba en la cárcel de forma preventiva desde septiembre del año 1998, cuando fue detenido. Cabe recordar que en España los presos no pueden permanecer en la cárcel más de 30 años, por larga que sea la pena de prisión que se les imponga. En el caso de Ferrándiz, se calculó que su condena efectiva serían 25 años y que, tras cumplirla, su deuda penitenciaria con la sociedad quedaría ya saldada.

Su primer destino carcelario, tras pasar por el centro de la capital de la Plana mientras estuvo en prisión provisional, fue la cárcel madrileña de Alcalá Meco. Allí permaneció durante cinco años, hasta que fue, finalmente, trasladado al centro penitenciario de Herrera de La Mancha, en Ciudad Real, en donde cumple el resto de su condena. Según han confirmado a este periódico fuentes judiciales, Ferrándiz no ha tramitado todavía ningún permiso penitenciario ni ha solicitado al juzgado de Vigilancia Penitenciaria disfrutar del tercer grado (la semilibertad). Un beneficio al que podría acogerse este 2015, cuando haya cumplido 16 años y ocho meses en prisión. Es decir, los dos tercios de la condena efectiva que le impusieron.

Unas concesiones que deberían contar, en el caso de que el reo las demandara, con el beneplácito de la junta de tratamiento y también de la dirección de la cárcel de Ciudad Real, donde está.

TENDRÁ 59 AÑOS // Cuando JFV salga definitivamente de prisión, dentro de ocho años, tendrá 59. A pesar de haber cumplido entonces su condena efectiva, no podrá acercarse a Castellón. De hecho, no podrá venir a ninguno de los municipios en los que cometió sus brutales crímenes por un periodo de 10 años, según han confirmado a este periódico los investigadores que dirigieron su caso a finales de los años 90.

Según revelan los psicólogos forenses, “el instinto cazador de los asesinos en serie desciende drásticamente a partir de los 40 años”. JFV tenía 32 cuando mató a sangre fría a cinco mujeres en Castellón. Sus crímenes crearon una enorme alarma social y la brutalidad de sus ataques ha dejado en la provincia una herida que ni los 20 años transcurridos han podido borrar. H