El magistrado del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Nules y juez decano de esa localidad, Jacobo Pin, ha dejado en libertad --bajo fianza de 30.000 euros-- al entrenador de Betxí investigado por presuntos abusos sexuales a siete niñas de entre 11 y 15 años, pupilas suyas en la práctica deportiva de gimnasia. El juez ha retirado el pasaporte a Carlos F.C., prohibiendo su salida del país, así como también su residencia en la provincia de Castellón, obligándole a comparecer cada lunes ante la autoridad judicial competente.

En su auto, Pin considera que tras la práctica de numerosas diligencias instructoras «el riesgo de que el investigado pueda alterar las pruebas se ha reducido considerablemente, al haberse recabado, en principio, todas aquellas que pudieran determinar la configuración de los diferentes tipos delictivos de los que viene siendo imputado». Cabe recordar que la Guardia Civil se incautó en su casa de ordenadores y discos duros que fueron analizados para saber si tenía material pedófilo.

El magistrado argumenta su decisión, además, en que las víctimas más vulnerables ya están amparadas por la figura de protección de testigos, un hecho que el juez considera «suficiente» para garantizar su seguridad.

EL AUTO DEL JUEZ

Por último, sobre la posibilidad de volver a cometer el delito, Pin considera que el ámbito en el que se desarrollaban los presuntos abusos era muy concreto --el club de gimnasia en el que Carlos F.C. ejercía--, por lo que afirma que «una vez cesado en su actividad, se considera que el riesgo de reiteración delictiva se ha visto reducido lo suficiente como para no considerar necesario el mantenimiento de la privación de libertad del investigado».

Además de las siete niñas, víctimas en el procedimiento, existen otras mujeres --ya adultas-- que han declarado ante el juez haber sufrido también presuntos abusos sexuales cuando eran discípulas de Carlos F.C.. Sin embargo, esos delitos se consideran ya prescritos al no haberse denunciado en tiempo y forma.

UN JARRO DE AGUA FRÍA

La decisión judicial ha caído como un jarro de agua fría sobre las perjudicadas y sus familias, ya que el entrenador llevaba en prisión desde junio del pasado 2017 y la acusación contra él es contundente. Además, la instrucción del caso se encuentra ya muy avanzada, habiendo declarado todas las menores afectadas en varias ocasiones y restando únicamente algunas pruebas forenses al respecto.

El arresto de Carlos F.C. --quien podría enfrentarse a 42 años de cárcel por los siete presuntos delitos de abusos-- causó estupor e indignación en Betxí por ser una persona muy reconocida en el ámbito deportivo provincial.