Culpables del delito de detención ilegal, en concurso medial con asesinato. El jurado popular que analizaba el crimen de Peñíscola --en el que un joven marroquí fue quemado vivo en el año 2009-- emitió ayer por la tarde su veredicto, tras 18 horas de intensas deliberaciones.

Los integrantes del tribunal castellonense --conformado por ciudadanos de a pie-- hallaron culpables a los tres procesados, con las agravantes de alevosía y ensañamiento, aceptando la tesis de la acusación particular, ostentada por la letrada Laura Quesada, quien describió a dos de los acusados como autores materiales por encargo --sicarios-- y a un tercero como autor intelectual.

La acusación particular pide para cada uno de ellos 25 años de cárcel, mientras que la fiscal solicita 23. Será el magistrado José Luis Antón quien deba ahora dictar la sentencia condenatoria.

Los miembros del tribunal del jurado recibieron a las 10.15 horas del martes el objeto del veredicto --las preguntas concretas que el juez les entrega para que respondan sobre el transcurso del juicio-- y estuvieron analizando el caso hasta ayer por la tarde, cuando alcanzaron una decisión al respecto. Los integrantes del jurado popular tuvieron que pasar la noche del martes al miércoles en un hotel de la capital, sin teléfonos móviles y aislados de sus allegados para no contaminarse y permanecer concentrados en el veredicto.

TESTIMONIOS Y PRUEBAS

Cabe recordar, que ya hay dos personas condenadas --dos valencianos-- por el asesinato y que permanecen en prisión, cumpliendo una condena de casi dos décadas.

Si en el juicio que se celebró contra ellas en el año 2012 acusaron abiertamente a los hoy procesados, durante el presente juicio los exculparon, como ya publicó este diario. Un hecho que llamó la atención de los presentes en la sala, pero que no ha contado con credibilidad para el jurado.

Uno de los reos declaró que «para intentar no comerse el marrón» acusó del crimen a los tres acusados en el actual procedimiento. «Yo entonces era acusado y podía mentir, pero ahora soy testigo y estoy obligado a decir la verdad y la verdad es que no conozco a esta gente y que a la víctima la maté yo», sostuvo uno de los sentenciados por el crimen para sorpresa de toda la sala.

Sin embargo, existían muchas otras pruebas que sí tuvieron en cuenta los miembros del jurado popular. Entre ellas, la presencia de los teléfonos móviles de los dos sicarios en la zona del crimen aquella noche --geolocalizados-- y las llamadas que intercambiaron con el inductor.

Con el veredicto del jurado ya son cinco los condenados por el asesinato. Raptaron a la víctima en su casa de Benicarló y la quemaron viva en Peñíscola.