F.A.B., acusado de un delito de apropiación indebida y otro de estafa, fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial de Castellón 14 años después de la comisión de los hechos, ya que acaecieron en el 2001, en un juicio que quedó visto para sentencia. Un imputado que se defendió a sí mismo, ya que es abogado de profesión.

De esta forma, durante el juicio no solo dijo que era inocente de los delitos que se le imputan, argumentando que no se quedó el dinero de dos operaciones inmobiliarias, tal y como le denunció la compradora de unos pisos que no llegaron a construirse y de los cuales era el promotor, sino que en su alegato de defensa afirmó que el delito había prescrito después de tantos años y de retrasarse el proceso por dilaciones indebidas.

Mientras, el fiscal, que pedía en un principio 8 años de cárcel, rebajó la pena en sus conclusiones finales a solamente dos años de cárcel, “precisamente por el tiempo transcurrido desde que se cometió la presunta estafa inmobiliaria hasta la fecha, con lo que los delitos podrían haber prescrito”, remarcó el ministerio fiscal en su alegato. H