Una restauración en pleno parque natural de la Serra d’Espadà no es delito; más bien es beneficioso en una zona donde muchas fincas están abandonadas. A esta conclusión han llegado los magistrados de la Audiencia Provincial de Castellón que han absuelto a un vecino de Sueras que realizó unas mejoras en un terreno de su propiedad, donde llegó a poner hormigón, realizó desbrozamientos selectivos y rehabilitó muros con la técnica de piedra seca para evitar la erosión de bancales.

Según la sentencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, la acción del dueño de las parcelas no supone un delito contra la ordenación del territorio. Cabe recordar que el fiscal solicitó para el autor cuatro años de cárcel.

Los motivos son que este llevó a cabo las mejoras y acondicionamiento de la finca Entre Pinos y Olivos sin una autorización inicial a la hora de comenzar los trabajos. Para la Audiencia, “la realidad de los trabajos efectuados, en cuanto pueden suponer la infracción de la norma administrativa, vino a ser reconocida por el propio acusado, al admitir su error en el juicio, por no haber solicitado con carácter previo los permisos y licencias correspondientes, cuando su intención era simplemente rehabilitar las parcelas”. Y continúan: “Para ello dijo haber recuperado los cultivos --olivos y algarrobas-- por tratarse de fincas agrícolas, sin arrancar árboles, ni tomillos, ni cambiado la configuración de los bancales, sino que los ha reconstruido, podado, quemado rastrojos con licencia, y respetando los caminos cuya transformación consistió únicamente en ensanchar algunos para el paso de tractores”.

El alto órgano judicial sostiene la absolución en el informe de una ingeniero de montes que indica que muchas de las mejoras realizadas se han integrado en el paisaje y que su actuación es beneficiosa para frenar incendios. H