Familiares y vecinos de la pedanía albaceteña de El Salobral despidieron ayer “en un ambiente entre tranquilo y triste” a Juan Carlos Alfaro, el presunto autor de la muerte de dos personas el pasado sábado, según el alcalde de esta pedanía, Ángel Sánchez, quien asistió al entierro que se celebró en el tanatorio de Albacete, donde el cuerpo de Alfaro fue incinerado.

El alcalde pedáneo indicó que al sepelio acudió “mucha gente”, ya que la familia de Alfaro es “muy numerosa”.

Fue sobre las 15.15 horas del lunes cuando Alfaro se disparó en la cabeza con una pistola tras las más de seis horas de negociación que mantuvo con la Guardia Civil y su padre, en una caseta de una finca familiar en la propia pedanía.

Por otra parte, la Organización Nacional de Trasplantes desmintió ayer que los órganos de Alfaro fueran donados para ser trasplantados. H