Apartado. Así es como se encuentra el que fuera cura de Vilafamés, el mallorquín Rafael S., de 53 años, desde que fuera detenido en noviembre del 2010. No obstante, el obispado de Castellón confirmó ayer a Mediterráneo que esta medida es provisional hasta que exista una condena en firme. Será entonces cuando Rafael S., que ha dedicado prácticamente toda su vida al sacerdocio, será expulsado de la Iglesia, tal y como afirmaron estas fuentes.

“Nadie le ha impuesto ningún castigo eclesiástico, simplemente se le apartó de sus funciones de una forma preventiva hasta que se resuelva su caso”, indicaron. Sin embargo, la Iglesia, demostrando prudencia, “tiene en cuenta la confesión que el párroco hizo sobre los hechos”.

Y es que Rafael S. indicó después de ser detenido que desconocía que esta actividad era delito, pese a que le fueron intervenidos de su ordenador de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción más de 21.000 archivos, entre fotos y películas, de contenido pedófilo. En todos los vídeos e imágenes aparecían hombres manteniendo relaciones sexuales con niños de menos de 13 años, todos varones. El cura, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil “podría llevar haciendo esto toda la vida”.

El fiscal del caso, Francisco Sanahuja, ha solicitado ya tres años y medio de cárcel para el sacerdote, al que acusa de un delito de distribución de pornografía infantil. Por el momento, no ha trascendido la pena que pedirá el letrado del párroco, pese a que fuentes fidedignas apuntaron a Mediterráneo que este había interesado un acuerdo de conformidad “para no tener que pasar por la vergüenza de un juicio de estas características, más aún, cuando en el momento en que fue sorprendido se estaba descargando películas de porno infantil”.

NO SALE DE CASA // Rafael S. se encuentra en estos momentos en casa de su padre, en Manacor, en Mallorca. Aislado en su domicilio, sus propios familiares, con los que contactó ayer este periódico, afirmaron que “prácticamente no sale de casa”. Por el momento, está a la espera de que se resuelva este asunto. Lo que sí es seguro, según fuentes del obispado, “es que jamás volverá a ejercer el sacerdocio”.

El cura según la UCO de la Guardia Civil y el FBI, que realizaron la investigación, “estaba todo el día descargándose archivos de pornografía infantil desde la casa abadía de Vilafamés y también desde otra IP en Manacor”. El Papa Benedicto XVI ya instó hace meses a perseguir estos casos y no ocultarlos. H