En huertos o fincas privadas. Entre los claros del bosque, en los montes del interior de Castellón o en los propios jardines. La marihuana está ya por todas partes, hasta asoma por las terrazas y los balcones de la ciudad. La Guardia Civil y la Policía Nacional han detectado en los últimos años un incremento incesante de estas plantaciones y los detenidos son tan diversos como los lugares donde las confiscan. “Hemos detenido a menores y a personas de más de 80 años”, explicaban fuentes de la Benemérita. El motivo: abastecer la demanda del mercado holandés, tras el endurecimiento de la persecución del cultivo de cannabis, pese a que, por el contrario, su venta allí es legal en los coffeeshops, explicaban a Mediterráneo fuentes del Ministerio del Interior. El otro motivo: la crisis económica y la oportunidad que ven algunos en obtener un sobresueldo con esta actividad ilegal.

Castellón, y España entera, se está convirtiendo ya en un foco de producción de cannabis a nivel Europeo. Somos tierra de promisión. Somos el vivero de Europa: “Si en España el kilo de cogollo de marihuana se paga entre los 1.000 y los 1.400 euros (cada planta puede dar hasta 250 gramos de cogollo), en Francia puede costar más de 2.000 y en países como Finlandia casi 4.000”, explicaban lo expertos.

Y es que “España siempre ha sido la huerta de Europa para las hortalizas. Ahora lo es también pero para la marihuana”, ironizaban las mismas fuentes consultadas.

La Guardia Civil y la Policía Nacional llevan ya incautadas durante lo que llevamos de 2013 más de 5.000 plantas de cannabis y los detenidos superan ya el centenar. La semana pasada la Benemérita arrestada a siete personas en Ribelsabes y Vinaròs con 46 plantas en un vehículo y un jardín particular. Una semana antes descubrían en Benicarló una plantación de más de 800 arbustos. La mayor registrada.

Los arrestos que ha practicado la Policía Nacional también han sido de lo más llamativos en las últimas semanas, sobre todo de particulares que en sus propias viviendas, en terrazas y en balcones, tenían auténticos viveros y secaderos con droga que ya estaba lista para su venta a terceros. H