En España, desde el 1 de enero, 16 mujeres han sido asesinadas por sus novios y maridos, con lo que es el peor periodo de violencia machista de la historia de España. Esta lacra ha costado, además, la vida a un bebé, cuyo padre se arrojó con él en brazos por una ventana con el único fin de hacer daño a su madre, y ha dejado a otros 6 menores huérfanos.

Ayer, en Móstoles, la Policía Nacional detuvo a la expareja sentimental de una mujer que apareció sin vida en la bañera en su domicilio de Gandia. Era una mujer española de 49 años, guardia civil de profesión y que estaba de baja por enfermedad. El arresto del hombre, de momento, ha sido únicamente por no respetar la orden de alejamiento. La autopsia debería confirmar que también es el responsable de su muerte, como ayer dijo el delegado del Gobierno en la Comunitat.

En València, también se demostró que la muerte de una mujer de 48 años tras caer por la escalera se debió a que la arrojaron, por lo que fue detenido un hombre de 55 años que mantenía relaciones con ella. Tanto sobre el detenido como sobre la víctima pesaban sendas órdenes de alejamiento, aunque en ambos casos con anteriores parejas, y ambos tenían antecedentes, según informó la Delegación del Gobierno.

acuchillada // Y en Cataluña se registró otra víctima: Leydi, madre de cinco hijos, fue acuchillada al terminar su turno de limpiadora en la escuela de Santa Perpètua (Barcelona) en la que trabajaba. Leydi había denunciado hasta en tres ocasiones a su homicida. En septiembre del 2016 se archivó una causa abierta por amenazas de él. En noviembre, presentó otra denuncia y un juzgado de Sabadell impuso al hombre una orden de alejamiento de 500 metros. En enero, el agresor quebrantó la orden y ella lo denunció. El mismo juzgado amplió la medida de protección a mil metros. El juicio, que ya no podrá celebrarse, estaba previsto para abril. Cuando su asesino la esperaba a la salida del trabajo, casi de madrugada, Leydi estaba sola. Ninguna de las tres denuncias que se atrevió a presentar han servido para nada.

Para la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, la vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Ángeles Carmona, «todos los asesinatos son un fallo del sistema». Fallos del sistema que se traducen, si hay denuncia previa, en que alguien en algún momento «ha cometido un error» durante el procedimiento y, si no existe una denuncia previa, en que no se ha «sabido trasladar a la mujer y a la sociedad el riesgo que puede entrañar estar inmerso en el círculo de la violencia».

denuncia de la sociedad // Por ello, destacó que la única forma de combatir la violencia machista es que la sociedad diga no. «Cualquier persona que vea, que oiga que una mujer está sufriendo violencia de género tiene la obligación de comunicarlo a las autoridades», concluyó.