Intento de fuga en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Burriana. Un ladrón multirreincidente, con numerosos antecedentes policiales y de origen ecuatoriano, ha intentado, sin éxito, huir de las dependencias de la Benemérita, hiriendo al agente que lo custodiaba.

El acuartelamiento vivió momentos de verdadera tensión y es que, en cuestión de segundos, el delincuente puso en jaque a los efectivos presentes con la excusa de ir al servicio. Los hechos sucedieron sobre las 13.15 horas del pasado día 9, según han informado fuentes fidedignas.

El arrestado, que había perpetrado varios robos con intimidación, armado con un cuchillo, en comercios y una gasolinera de Burriana, Nules y Almassora; fue detenido y trasladado al cuartel.

Una vez en los calabozos, el arrestado pidió al guardia civil del servicio de puertas que le dejara salir para ir al baño.

Auxiliado por otros agentes, el efectivo del instituto armado procedió a abrir la puerta de la celda, momento en el que el delincuente aprovechó para propinarle un golpe y tirarlo al suelo. El agente logró esquivar un primer puñetazo, pero el ladrón le pegó un estirón del uniforme, que le hizo perder el equilibrio.

Según han explicado a Mediterráneo fuentes de la Benemérita, el agresor cuenta con un amplio historial de delitos graves y pretendía escapar del cuartel.

Cerca estuvo, según las mismas fuentes, de llegar a coger la pistola del agente, aunque, por suerte, no pudo conseguirlo. El efectivo sufrió heridas de carácter leve.

Al oir el forcejeo entre el detenido y el agente, otros dos compañeros tuvieron que ayudar al efectivo derribado para evitar la huida del atracador, que ya había comenzado a correr por las dependencias policiales. Uno de los guardias civiles cerró la puerta de entrada, mientras otro inmovilizaba al detenido, tal y como confirmaron a este diario.

Desde la Asociación Independiente de la Guardia Civil (IGC) atribuyen el lento reflejo del agente a que vestía el uniforme llamado de diario, con camisa, corbata y chaqueta. Una vestimenta que, según la agrupación, es obligatoria ahora para aquellos efectivos que trabajan en los cuarteles y que los encorseta y ralentiza sus movimientos. Por ello, piden un cambio en la normativa y que los agentes de las dependencias puedan vestir el uniforme de calle, más operativo y cómodo para los efectivos.