Absuelto de los delitos de asesinato, robo con violencia e intimidación en casa habitada y tentativa de asesinato. El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón no cree probado que el ciudadano rumano acusado de provocar graves lesiones a una anciana de 74 y vecina de Vila-real durante el asalto a su domicilio en el año 2011 fuera uno de los agresores.

Los magistrados --Carlos Domínguez, Pedro Luis Garrido y Esteban Solaz-- lo han absuelto, después de que el procesado haya pasado un año y medio en prisión provisional por estos hechos.

El acusado estudia ahora pedir una indemnización a la administración por los 18 meses en los que ha permanecido privado de libertad por unos delitos en los que no se ha podido demostrar su participación. Como adelantó este diario, los jueces aprobaron su salida de la cárcel tras la celebración del juicio el día 30. Y es que en la vista oral, la principal testigo --una vecina que dijo haberlo visto bajando las escaleras de la vivienda el día del asalto-- no fue capaz de identificarlo.

Tampoco pudieron confirmar los forenses que las causas de la muerte de la mujer estuvieran directamente relacionadas con las lesiones sufridas durante la paliza. Y es que, según explicaron los doctores durante su declaración en sala, la víctima murió debido a las complicaciones de la diabetes que sufría y a una isquemia.

FISCALÍA // Ante las dudas que planteaban estas declaraciones, el tribunal decidió decretar la salida de prisión del procesado. La Fiscalía, a pesar del desarrollo de la vista oral, mantuvo su petición de 33 años de cárcel para él y confirmó su escrito de acusación.

El acusado negó, con gran serenidad, todos los hechos durante su interrogatorio, alegando que el día del asalto él se encontraba en Rumanía y no en España.

«Dos encapuchados llamaron a la puerta de mi hermana. Le pegaron a su marido, que se ha quedado en silla de ruedas y también a ella, que estuvo tres meses en coma y al final se murió», recordó, entre sollozos, la hermana de la anciana fallecida. Esta exigió «justicia» para que lo que le pasó a su familia «no le ocurra a nadie más». La mujer renunció a compensación económica alguna por la muerte de su familiar.

Las dos víctimas sufrieron numerosos golpes y graves lesiones. Tanto es así que la mujer, con un traumatismo craneoencefálico severo, padeció un deterioro generalizado y requirió un implante craneal. Tras ser evacuada al Hospital La Fe de València, entró en coma y permaneció en ese estado durante tres meses.

Su marido sufrió una hemorragia cerebral, varias fracturas y lesiones neurológicas y físicas, según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público.

La Fiscalía puede recurrir en casación la sentencia, mientras que la defensa analiza ahora si pleitear por una indemnización.