El incendio que se originó ayer en Òdena (Barcelona) fue accidental, causado por trabajos con una máquina trituradora de paja, según confesó el hombre de 59 años que se presentó en la comisaría de los Mossos d’Esquadra para inculparse del fuego y que fue acusado de un delito de incendio forestal.

El incendio, que ha calcinado 1.235 hectáreas de las comarcas de Anoia y Bages, se inició en la finca de Can Rossinyol, en el término de Òdena, y se ha extendido por los municipios colindantes.

Según informaron ayer los Mossos d’Esquadra y los Agentes Rurales, las informaciones iniciales aportadas por los testigos sobre la posible área de inicio del incendio, entre los que se encontraba el presunto causante del incendio, presentaban contradicciones con los indicios recogidos por los agentes rurales. Finalmente, el hombre reconoció que estaba manipulando una picadora de paja cuando se inició el fuego accidentalmente.

Por eso, los Mossos le han acusado de un delito de incendio, aunque no ha quedado detenido y será citado a declarar por el juez cuando la policía autonómica le tramite el atestado con las causas del incendio. Según explicaron fuentes del Departamento de Agricultura, el uso de las picadoras de paja es una práctica poco frecuente, que se realiza cuando la siega del cereal ha generado poca paja y no sale a cuenta embalarla.

Además del de Barcelona, otros cinco incendios permanecían ayer lunes activos en distintos puntos de España. El que más preocupaba era el declarado en Serradilla del Llano (Salamanca), en un monte de pino de una zona denominada La Dehesa, cerca de la Reserva Regional de Caza de Las Batuecas, que obligó a movilizar media docena de medios aéreos. H