La asociación de madres y padres del colegio público Blasco Ibáñez dice «basta». Indignación e impotencia de la comunidad educativa ante los robos y el vandalismo que sufre el centro escolar, en una situación que «se viene arrastrando desde hace años con un penúltimo capítulo esta mañana (ayer para el lector)».

Quien así habla es Sandra Cañaveras, vicepresidenta del AMPA, que no esconde su malestar por un unos hechos «que se están prolongando en el tiempo». «Aquí está pasando de todo. Hacen botellón, ensucian el centro y no hay ningún tipo de vigilancia», concreta la representante de la asociación de madres y padres de alumnos del colegio.

Además, añade, «con una sensación de indefensión», ya que «en reiteradas ocasiones» han comentado «el tema al Ayuntamiento y siempre ha sido la callada por respuesta», relata Cañaveras, quien indica que ella habla en representación de los padres, mientras que «la directora del centro irá a otros foros para expresar sus quejas ante lo que está ocurriendo en el centro», destaca. Asegura que están «hartos» y considera que «a los padres del centro se les tiene que oír».

En el robo de ayer «entraron por una claraboya que rompieron, se llevaron la televisión y material escolar y se metieron en el despacho del AMPA donde realizaron varios destrozos y rompieron murales cerámicos que hay en los pasillos y en las aulas, por no hablar de los grafiti con los que han llenado varias paredes del centro escolar», concreta.

Un paisaje desolador que dibuja la vicepresidenta de la asociación de padres de alumnos, en su testimonio de denuncia.