La Policía Local de Benicàssim incrementará la vigilancia tras el caso del envenenamiento de dos perros de la Unidad Canina de Rescate de Personas del Consorcio Provincial de Bomberos, que casi mueren tras ingerir un veneno común en la finca de Benicàssim en la que su dueño los tenía. Así lo han comunicado los agentes al propietario de los canes, tras acudir este al retén municipal a denunciar el ataque.

«La policía nos ha dicho que no pueden investigar porque no hay ninguna sospecha, por lo que vamos a ir a la Guardia Civil para ver si el Seprona puede indagar», explicó ayer Luis Caracena, responsable de la unidad canina.

Los animales fueron sometidos el lunes a una analítica de seguimiento y aunque su evolución es favorable, tardarán al menos tres meses en volver a la actividad junto con los bomberos.