Una vecina de Onda acusó ayer a su expareja sentimental --con la que mantuvo una relación de doce años-- de atacarla a martillazos en la cafetería que ella regentaba en la localidad el 11 de marzo del 2016.

"Se presentó en el local y me pidió una copa de alcohol. Le dije que no le iba a servir y le pedí que se fuera. Entonces cogió un martillo que llevaba en una bolsa e intentó golpearme. Tenía una mirada asesina", relató la mujer al tribunal. La denunciante aseguró: "Me quería romper la cabeza fuese como fuese".

El hombre, de 54 años y nacionalidad rumana, lo negó todo. Aseguró que su expareja mentía. "Nunca fui violento ni la golpeé", explicó el acusado.

El fiscal pide para él diez meses de cárcel por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género. La acusación particular lo eleva a siete años y habla de intento de homicidio.

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