Una niña de 10 años falleció en el Hospital Clínico de València tras ser sometida a unas pruebas de alergia, y aunque será la autopsia la que determine las causas de su muerte, los facultativos no creen que haya relación entre esas pruebas y la parada cardiorrespiratoria que sufrió.

Fuentes sanitarias informaron ayer de que el fallecimiento de la pequeña se produjo el pasado martes en el centro hospitalario valenciano, donde cerca de tres horas después de realizarle las pruebas cutáneas de alergia en el servicio de Pediatría se produjo la reacción. La pequeña se sintió mal y los médicos actuaron de inmediato e intentaron reanimarla durante casi dos horas, sin éxito.

«No es una situación de mala praxis», indicaron las fuentes, que añadieron que los profesionales «se volcaron con la niña» e incluso sus padres vieron que no había habido una falta de atención. Podría ser una «evolución de las muchas raras que se producen en medicina», indican las fuentes sanitarias para añadir que los facultativos no encuentran de momento una explicación y será la autopsia la que finalmente determine las causas exactas del fallecimiento.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, pidió «responsabilidad y prudencia» hasta conocer los motivos que causaron la muerte. «Tristemente, no sabemos todavía nada», dijo Barceló, que añadió que tampoco saben «que haya ninguna vinculación entre las pruebas y el fallecimiento».