Conmoción entre los vecinos del número 13 de la calle Amalio Gimeno de Castellón. Una vecina, de nacionalidad española y 63 años, apuñaló ayer por la mañana, presuntamente, a su marido, de 68, con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones.

La mujer le asestó a su esposo, supuestamente, dos profundas cuchilladas en la espalda y los gritos de la víctima alertaron al resto de residentes del edificio, situado frente al gimnasio que ocupa actualmente las instalaciones del antiguo Suministros Valls.

Todo sucedió sobre las 13.00 horas, en la tercera planta del inmueble. Los lamentos del herido llegaron a oídos, incluso, de los vecinos del quinto. «Cuando bajé al portal, me encontré al hombre apoyado en el buzón de la propaganda. Repetía que su mujer le había apuñalado y, al levantarle la camiseta, vimos que tenía toda la espalda llena de sangre y, al menos, un buen agujero», relató a Mediterráneo uno de los residentes de la finca.

Varias patrullas de la Policía Nacional se trasladaron rápidamente al lugar y también los medios sanitarios. Los efectivos del Samu atendieron al hombre y lo estabilizaron para trasladarlo en ambulancia al Hospital General de Castellón, donde quedó ingresado. Los agentes se dirigieron hacia la vivienda en la que había tenido lugar el ataque y en la que la mujer permanecía atrincherada.

Esta no hizo caso a las órdenes de los efectivos policiales, que le pedían que abriera la puerta, por lo que se vieron obligados a emplear una maza para acceder al interior de la casa. Los desperfectos ocasionados en la entrada eran visibles ayer en la puerta, donde la madera estaba astillada y había desconchones provocados por el impacto.

A su entrada, los policías descubrieron en el piso a la mujer, que fue incapaz de explicar lo que había sucedido. La agresora sufría un fuerte ataque de ansiedad y había intentado autolesionarse, causándose algunos cortes, según pudo saber este diario de fuentes cercanas al caso.

Los efectivos procedieron a la detención de la mujer --también trasladada al Hospital General-- como presunta autora de un delito de lesiones. Los vecinos del matrimonio no daban crédito ayer a lo ocurrido. «Eran un matrimonio la mar de normal. No eran conflictivos, tienen seis hijos y no habíamos oído nunca discusiones entre ellos», comentó a este diario uno de los residentes.

REQUISAN EL ARMA

Al parecer, la detenida carece de antecedentes y podría haber sufrido episodios de depresión, según las mismas fuentes consultadas. La Policía Nacional se incautó ayer del arma blanca empleada en el ataque doméstico y ha iniciado una investigación para determinar qué sucedió en el domicilio conyugal de la calle Amalio Gimeno.