La mujer a la que su exmarido, presuntamente, intentó degollar clavándole un cuchillo en el cuello en su piso de Orpesa hace ahora casi un año, declaró ayer en la primera sesión del juicio que el acusado “iba bebido” y que estaba “como loco, fuera de sí”.

La víctima, ucraniana, estuvo a punto de no declarar hasta que la magistrada presidenta del tribunal, Eloísa Gómez, le recordó que ella estaba ejerciendo una acusación particular --con presencia de un abogado en la sala-- y que su actitud resultaba “contradictoria”. Fue entonces cuando la mujer, dubitativa, accedió a prestar su testimonio, pero con la ayuda de una traductora para poder expresarse en su idioma al encontrarse “muy estresada”, como explicó. La afectada, que apenas tenía voz, manifestó, además, que los médicos ya le han dicho que nunca volverá a recuperar la que tenía y que esta es una de las secuelas que le ha quedado.

Así, declaró que ese día habían discutido porque él bebía mucho y porque llevaba dos meses sin trabajo. Tras estas manifestaciones, la víctima tuvo que pedir una silla y agua, ya que no podía continuar con su testimonio.

Pasados unos minutos, continuó explicando que él la despertó cuando ella estaba en la cama y le apretó el cuello para asfixiarla. “Le dije a mi hijo que llamara al 016 para pedir ayuda”, afirmó. Tras esto, indicó, se desmayó. “Después del desmayo solo recuerdo el calor de la sangre en el cuello y a él sobre mí que me abrazaba”, expresó afectada.

La mujer indicó que la discusión entre ambos se originó porque ella le dijo que le iba a dejar porque siempre estaba bebido.

En el momento de hacer referencia a otros episodios de malos tratos ocurridos en el pasado, la víctima comenzó a llorar. Tras un receso en la sala se dio por concluida su declaración en el juicio.

EL HIJO NO TESTIFICA // Por su parte, también fue llamado a aportar su testimonio el hijo mayor del matrimonio, de 15 años. El joven, tras subir al estrado, prefirió no declarar y abandonó la sala de vistas de inmediato.

La Guardia Civil explicó que el acusado estaba sobre su mujer cuando llegaron a la casa, tras recibir un aviso de la central de emergencias de la Benemérita. “Fue el niño el que nos abrió la puerta. La casa estaba completamente a oscuras y dejamos que los sanitarios trabajaran”.

Recordar que el ataque se produjo el 29 de octubre del 2013 en el domicilio familiar de la pareja. En la actualidad, y tras el suceso, están ya divorciados. H