Los cuatro acusados de haber matado al dueño del club Doris de Cabanes, Francisco Valero, hace tres años y medio, declararon ayer en la primera sesión del juicio celebrada en la Audiencia de Castellón que eran «inocentes» y que no sabían quién pudo acabar con la vida de Francisco, quien había sufrido varios robos en su domicilio, anexo al club, meses antes del fatal desenlace.

El juicio se retomó ayer después de que el pasado 22 de mayo fuera suspendido al no presentarse uno de los acusados de ser cómplice, alegando que no tenía dinero para viajar de Sevilla, donde reside, a Castellón para la vista oral. La Audiencia, entonces, ordenó la búsqueda y captura del individuo que ingresó en prisión para asegurarse de que ayer acudía al juicio, junto con otro acusado encarcelado también y otras dos mujeres implicadas.

La vista continuará hoy con los testimonios de algunos trabajadores del club de alterne, así como de los peritos y forenses.

LAS PENAS // La Fiscalía pide 30 años de prisión para el autor material del crimen, S.C., y también para la trabajadora, L.V., que presuntamente ideó el asalto para saquear a su jefe. Los acusa de robo con violencia en casa habitada, en concurso real con un delito de asesinato. A sus cómplices, C.Z. y N.V.H., les atribuye los mismos delitos y solicita 10 años para cada uno de ellos.

El Ministerio Público sostiene que la empleada del club se puso en contacto con su expareja, C.Z., para planificar un golpe. Este, a su vez, contactó con otras dos personas para llevar a cabo el plan, entre los que se encontraba el autor material. El fallecido fue maniatado y golpeado, hasta que murió por estrangulamiento.