Orden de búsqueda y captura para su ingreso en prisión. El magistrado presidente de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón, Carlos Domínguez, decidió ayer mandar detener a un presunto estafador catalán tras no presentarse, por segunda vez, a un juicio oral.

El hombre, que se encuentra en paradero desconocido, se enfrenta a una pena de tres años y seis meses de prisión y una indemnización de 56.000 euros tras haber comprado una empresa castellonense a sus dueños y no haber efectuado el pago por la misma.

Al parecer, el acusado entregó una serie de pagarés a los denunciantes y nunca llegó a abonar el precio acordado por la compra de la mercantil. El juicio por estos hechos debía haberse celebrado en el mes de abril, pero se suspendió al no presentarse el procesado. La Sección Primera decretó ya entonces orden de detención y el presunto estafador fue localizado en Alemania y trasladado a España, según explicó su abogado en declaraciones a este periódico.

Compareció ante el juez, quien decidió volver a señalar el juicio, que debía haberse celebrado ayer. Sin embargo, el acusado volvió a hacer de las suyas y no compareció en la Ciudad de la Justicia.

Su teléfono móvil aparece apagado y ni su letrado ni la Audiencia Provincial han podido localizarlo. La Sección Primera decidió decretar, nuevamente, su búsqueda y captura e ingreso en prisión provisional a la espera de juicio. Una medida para evitar que el procesado desaparezca de nuevo ante futuras comparecencias. Y es que, con cierta frecuencia, los juicios se suspenden al no acudir alguna de las partes.

Muchas veces son los acusados los que eluden la acción de la justicia. Ese es el caso de José Manuel A.S., el joven de 23 años que está imputado por el intento de asesinato a su hija de dos años, a la que dio una brutal paliza el 18 de enero del 2013 en su casa de Vinaròs. El joven está en paradero desconocido y tiene una orden de detención vigente desde el pasado mes de marzo, cuando no acudió al juicio. El Ministerio Fiscal pide para el procesado una pena de 15 años de cárcel. H