Tarde de extremo riesgo la que se vivió ayer en algunas de las playas de la provincia, en las que ondeó la bandera roja debido al fuerte oleaje y las corrientes. La jornada se saldó con varios rescates por parte de los socorristas y un fallecido.

Un hombre extranjero, de procedencia ucraniana y de unos 65 años de edad, murió en la playa Morro de Gos en torno a las 18.30 horas. La víctima fue vista flotando sobre el mar, según explicaron desde la empresa del servicio de salvamento marítimo.

Los socorristas le sacaron con una de las embarcaciones hasta la orilla, donde le estuvieron «practicando la reanimación cardiopulmonar durante alrededor de 45 minutos, tantos los socorristas como el personal sanitario del SAMU», sin poder hacer nada por salvar su vida, según explicaron las mismas fuentes.

El suceso ocurrió pocos minutos después de otros rescates. Cuando la moto acuática de Les Amplàries volvía de hacer otro en la misma playa, junto a la plaza Mallorca, «una persona que no podía salir del mar», según indicaron desde el servicio.

El primer rescate se produjo sobre las 18.00 horas, en la playa de la Concha, junto a la cala del Retor. Una moto acuática con un patrón y socorrista rescató «a otro hombre, de uno 30 años de edad, con magulladuras». Seguidamente se salvó a «dos niños también de entre 8 y 10 años, que estaban con tablas de body y que tenían dificultades para salir», según informó el responsable. Un rescate «con cierto peligro por las rocas próximas» y en el que también resultó herido el socorrista, según indicó.

Además, se produjeron rescates en las playas de Alcossebre, también con bandera roja. Y en Benicàssim, la Policía Local tuvo que intervenir también, como en Orpesa, para pedir a los bañistas que salieran del mar, porque no hacían caso a la bandera roja. Un helicóptero también estuvo de apoyo controlando la zona por si era necesaria alguna evacuación, a raíz de las llamadas al 112.

En lo que llevamos de verano ya son ocho las personas que han perdido la vida en nuestras playas. El primer caso se dio el Peñíscola, el 20 de junio, cuando un turista de 83 años perdía la vida mientras se bañaba. En julio, un menor de 15 años moría también Peñíscola después de darse un fuerte golpe contra las rocas. A finales de julio un buzo, de 54 años, sufría un paro cardíaco en Orpesa: y el 31 de julio un turista aragonés, de 74 años, perdía la vida en Morro de Gos. Hace una semana un madrileño de 75 años moría en el Voramar de Benicàssim y el martes pasado un senegalés, de 26 años, se ahogaba en Heliópolis. Sumado a la tragedia de ayer en Orpesa. Durante el verano del 2016 fueron seis las personas que perdieron la vida cuando disfrutaban de la playa.