Sin un ojo, sin olfato y con la pérdida de piezas molares. La mandíbula destrozada y graves secuelas psicológicas”. Esta es la situación, según los médicos que declararon ayer en la última sesión del juicio por agresión, en la que ha quedado Rainaldo, el padre de familia que en el 2007 fue atacado en Vila-real, presuntamente, por tres hombres cuando estaba entrando a su casa junto con su mujer y su hija de 4 meses, que también fueron apaleadas.

Tras seis años de espera para la celebración del juicio, ayer quedó visto para sentencia después de la valoración que realizaron los peritos forenses y los médicos ante los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón. El fiscal solicita 36 años de cárcel para los tres acusados --12 para cada uno-- como presuntos autores de tres delitos de lesiones con la agravante de abuso de superioridad.

Tal y como detalló en la sala uno de los médicos que ha tratado al padre de familia, los agresores debieron de utilizar unos puños americanos con los que, con toda probabilidad, provocaron el estallido del globo ocular de la víctima. Como consecuencia, Rainaldo “sufre la ablación de un ojo --dentro de poco tendrán que ponerle una prótesis ocular--, también ha perdido el olfato (padece una hiposnia), ya que las lesiones le afectaron a un nervio de la cara, y, además, le faltan varias piezas molares debido a los golpes recibidos en la cara y en la mandíbula” el día del suceso, según explicó uno de los doctores que ayer intervinieron en la sala.

Por su parte, la esposa, Elina, sufrió policontusiones y un trastorno de estrés postraumático que ha precisado de un largo tratamiento tanto rehabilitador, psicofarmacológico y psiquiátrico.

La pequeña de cuatro meses, al recibir golpes de los agresores, resultó con traumatismo craneal.

LOS HECHOS // Los hechos sucedieron el 26 de octubre del 2007, cuando la familia entraba en el garaje de su casa en Vila-real. Al parecer, la agresión respondía a una hipotética deuda de 30.000 euros por un negocio de construcción. Los delincuentes, que utilizaron para perpetrar el delito un vehículo alquilado, golpearon al padre, a la madre y al bebé de cuatro meses con puños americanos. Un viandante, al ver lo que ocurría, los auxilió y los agresores huyeron. H