Treinta y siete años de prisión y otros diez de libertad vigilada. Esa es la petición que la Fiscalía de Castellón hace para un padre acusado de someter y violar a su hija, de 10 años, en Almassora.

B.I.W. aprovechó durante unos tres años las ausencias de su mujer y sus dos hijos varones para abusar sexualmente de su hija, menor de edad. La niña sufrió agresiones físicas, consistentes en lanzamiento de objetos, golpes con un cinturón, gritos y menosprecios. Esta situación la llevó a adoptar una actitud de sumisión y miedo hacia su padre.

El hombre, cuando se encontraba a solas con la pequeña en el domicilio familiar, la amenazaba de muerte para que esta durmiera con él, realizándole tocamientos por todo el cuerpo y llegando a mantener relaciones sexuales completas con la niña, que permanecía inmóvil y atemorizada, según relata el fiscal en su escrito de acusación provisional.

En abril del 2013, después de tres años viviendo en Almassora, la familia se trasladó a Vitoria. Fue allí donde la menor reveló el calvario al que, presuntamente, la había sometido su padre. La pequeña relató en una redacción autobiográfica para su profesora las violaciones y golpes sufridos a manos de su padre. Desde el centro educativo se pusieron en contacto con la Guardia Civil, que procedió a la detención del padre de la menor.

El fiscal solicita, además, 30.000 euros de indemnización para la víctima, que está tutelada por el Consejo del Menor de Álava en un centro. El juicio será el día 15 en la Audiencia. H