El portero de un local de ocio nocturno de Orpesa (con antecedentes por un delito de lesiones) se sentó ayer en el banquillo de los acusados y aceptó una pena de dos años de prisión por haber apaleado a un cliente del pub en el que trabajaba en abril del 2013.

Asimismo, el procesado deberá abonar a la víctima 3.620 euros en concepto de indemnización, además de pagar otros 291 euros a la Generalitat valenciana por el gasto sanitario de los cuidados del herido. Según consta en la sentencia de conformidad, el empleado de seguridad intervino en una trifulca y sacó del establecimiento a la víctima, propinándole un fuerte puñetazo en la cara y, una vez en el suelo, le dio varias patadas en la boca con unas botas de punta metálica. Rompió la nariz al denunciante, le causó hematomas, erosiones y la rotura parcial de los incisivos centrales superiores e inferiores. El herido requirió tratamiento quirúrgico y tiene una leve deformidad nasal como consecuencia de los golpes sufridos.

El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia lo condenó ayer a dos años de prisión, le impuso una orden de alejamiento por la que no podrá acercarse a menos de 300 metros de la víctima durante tres años y le obligó al pago de las costas judiciales. En el apartado de la responsabilidad civil, los magistrados lo sentenciaron a abonar 3.620 euros a la víctima por los daños y secuelas, así como 291 al Consell.

OTROS CASOS

La Policía Nacional de Castellón detuvo el pasado año a otro portero de una discoteca por golpear, presuntamente, y dejar inconsciente a uno de los clientes de la sala, que había sido sacado a la calle junto a otras personas por participar en una pelea.

Al parecer, el hombre mantuvo una discusión dentro del local con otro joven, momento en que llegaron los cuatro porteros, los sacaron a la calle y se abalanzaron sobre él, apretándole uno de ellos el cuello hasta dejarlo sin conocimiento, según informaron desde la comisaría. Uno de los porteros lo llevó a otra calle menos concurrida, donde, supuestamente, siguió pegándole.