Las constantes amenazas y el acoso a su expareja lo han llevado a la cárcel. El magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de Castellón decretó ayer prisión provisional para un vecino de Castellfort, de 45 años y nacionalidad española, como presunto autor de amenazas e injurias graves, así como de los delitos contra la intimidad y la integridad moral.

El equipo Emume de la comandancia de la Guardia Civil de Castellón inició la investigación de los hechos el pasado mes de mayo, cuando una mujer denunció en el cuartel de Vilafranca que estaba recibiendo mensajes y llamadas amenazantes. La presunta víctima relató a los agentes que, a través de Whatsapp, le llegaban multitud de insultos anónimos.

Pero no solo eso. La afectada recibía en su teléfono llamadas de desconocidos en los que le demandaban servicios sexuales, ante su sorpresa. Además, habían aparecido pintadas ofensivas hacia ella en muros cercanos a su domicilio y su puesto de trabajo. En el marco de la operación Muro, los efectivos procedieron a identificar y localizar al exnovio de la denunciante, que se convirtió en el principal sospechoso.

Con las pesquisas, los agentes confirmaron que él era quien, presuntamente, amenazaba y amedrentaba a la mujer, a la que había inscrito en una página de contactos de internet, proporcionando su número móvil y haciéndola pasar por una prostituta. En la red proporcionaba datos personales de su expareja sentimental y ofrecía sexo por dinero.

Por dicho motivo, se procedió a la detención del acusado, que ha quedado ingresado en prisión por orden del juez instructor.

El pasado mes de mayo la Policía Nacional detuvo a un castellonense de 39 años, agente de seguros, por ofertar también sexo con unas clientas de su empresa, con las que había discutido tras comunicarle las mujeres que no querían renovar su contrato. A modo de venganza, el hombre publicó sus móviles, anunciando sexo gratuito con quien llamara.

A finales del 2014 otro castellonense, de 25 años, fue detenido tras colgar hasta cuatro anuncios en internet con el nombre y la foto de su madrastra, haciendo creer a los internautas que la mujer ofrecía servicios sexuales a cambio de dinero. Pocos días después, la Policía Nacional detenía a una mujer colombiana, de 23 años, por publicar los datos de una amiga en una web de servicios sexuales. Hizo públicas fotos y su teléfono y dirección. H