El titular del Juzgado de instrucción número 5 de Ponferrada (León), Ignacio Candal, decretó ayer el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre de 35 años que fue denunciado por su expareja por haberla raptado y echado pegamento y líquidos abrasivos en la vagina. Este hombre está acusado de los delitos de detención ilegal y quebrantamiento de condena derivado de la violencia sobre la mujer, aunque el Juzgado ha declarado el secreto de las actuaciones, según el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL).

En las últimas horas, el juzgado ha practicado unas diligencias de investigación solicitadas por la fiscalía, como la entrada y registro en la casa y la bodega del detenido, y otras relacionadas con el dispositivo de control telemático que tenía el hombre --en concreto, una pulsera de localización-- por unos episodios de violencia que son anteriores.

La mujer denunció que fue secuestrada la noche del lunes en Fabero (León) y, posteriormente, agredida y vejada por su expareja --I.R.G.-- en Bembimbre (León), localidad de la que es vecino el acusado. Finalmente, fue abandonada semidesnuda y maniatada en el barrio de la estación de la capital del Bierzo Alto y, tras recibir los primeros auxilios, presentó la denuncia ante la Guardia Civil sobre las cuatro de la madrugada del martes.

En el auto de prisión, el juez de Ponferrada señala que existen «indicios racionales bastantes para presumir la participación del detenido en los hechos investigados». H