Dos años de prisión, orden de alejamiento y obligación de participar en un programa de reeducación sexual. Es la pena impuesta por el tribunal de la Sección Primera a un hombre que abusó de una adolescente en Sant Mateu, hija de un amigo suyo, hace ahora un año. El procesado reconoció ayer los hechos en el juicio celebrado contra él y pactó con la Fiscalía la condena, según confirmó a este diario el representante del Ministerio Fiscal. Los hechos sucedieron una tarde del mes de junio cuando el acusado se encontró con la menor por la calle.

Insistió a la chica para que subiera a su vehículo y le dijo que la llevaría a casa. La menor accedió y se montó en la parte trasera.

Sin embargo, el adulto llevó a la chica a una granja cercana, tocándole los pechos y colocándole la mano en la rodilla, deslizándola hasta tocar sus partes íntimas (todo ello por encima de la ropa). Durante el episodio de abusos, el ya condenado intentó besar a la chica y consiguió abrazarla y tocarle las nalgas, diciéndole: «Si a tu novio le enseñas tus partes, ¿por qué no me las enseñas a mí?».

El fiscal pedía inicialmente cuatro años de cárcel para el acusado, una pena que quedó ayer en la mitad tras el acuerdo alcanzado. Por lo que respecta a la responsabilidad civil, ni la Fiscalía ni la familia de la víctima pidieron compensación económica.

Las partes anunciaron a los jueces que no recurrirán la sentencia ante el Tribunal Supremo.