Lo acusan de un delito de allanamiento de morada y coacciones contra la persona a la que le había alquilado una vivienda de su propiedad. La Policía Nacional ha detenido a un hombre, de nacionalidad española y 59 años, quien, al parecer, intimidó a su inquilina y le propuso que esta le pagara el importe que le debía de alquiler en sexo, si no podía afrontar la suma que pagaba por vivir en el citado inmueble.

Al parecer, el casero llegó incluso a introducirse en la vivienda que tenía alquilada mientras ella no se encontraba allí y sin el permiso de la citada chica.

La denuncia se recibía el pasado 30 de octubre. La mujer informó a los agentes de que su casero se había dirigido a su piso para pedirle el alquiler de ese mes. Ella, que se había retrasado unos días en el abono de la renta de la casa, le dijo que no disponía de la cantidad y que se lo daría más adelante, a lo que el hombre respondió que “le daba igual que no le pagase” y le dijo que “si se acostaba con él, no tendría que pagar nunca más el alquiler”.

El hombre intentó, además, introducirse en el piso de forma violenta, según informó la Policía Nacional, aunque la víctima consiguió, finalmente, cerrar la puerta y evitarlo. El día en que la mujer formuló la denuncia por lo sucedido, el casero volvió a personarse en el inmueble. Esta vez, logró entrar estando la denunciante fuera del mismo. Al parecer, se escondió en uno de los dormitorios de la vivienda, esperando a que ella regresara.

“SERÉ TU PEOR PESADILLA” // Cuando oyó que ella volvía, salió corriendo y le dijo, al pasar por su lado, que iba a ser “su peor pesadilla”. La mujer relató lo sucedido a los agentes y, tras prestar declaración el acusado, este quedó en libertad con cargos y deberá personarse ante la autoridad judicial cuando sea citado.

La Constitución Española recuerda en su artículo 18.2 que “el domicilio es inviolable”. Así, el propietario de un inmueble podría ser acusado de allanamiento de morada si se introduce sin conocimiento de su inquilino en la vivienda, pues esta constituye, a la vez, una morada ajena. Además, el código penal contempla también la intención de acceder al interior de una casa contra la voluntad del titular y las actuaciones violentas. H