«Francisco Puchol-Quixal conocía a la perfección el recorrido entre Benicarló y Peñíscola, en el que falleció, pues era un experto navegante que había realizado este tramo de la costa en muchas ocasiones». Así lo aseguró a este diario una persona que conocía a la víctima desde hacía tiempo, puesto que trabaja en el sector pesquero de la capital del Baix Maestrat, donde fue trasladado el cadáver.

El cuerpo lo localizaron los pescadores de una embarcación artesanal de artes menores llamada Esperanza Uno en la zona conocida como Sol de Riu, aunque no en primera línea de mar sino aguas adentro. Se trata de un paraje natural fronterizo entre Vinaròs y Alcanar (Tarragona) donde habitualmente faenan pescadores de ambas autonomías.

En los ambientes marítimos del Baix Maestrat muchos no daban crédito a lo sucedido, entre otras cuestiones porque en las últimas jornadas muchos han salido a navegar aprovechando el buen tiempo y las aguas tranquilas.