Los registros en diversas joyerías de Reus, y concretamente en una tienda de compraventa de oro, han permitido completar las investigaciones de la llamada operación Madrid-Levante, en la que se desmanteló una organización criminal que asaltaba domicilios de la provincia de Castellón y traficaba con estupefacientes.

Según informó ayer el coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil en Castellón, Juan José Miralles, en una comparecencia pública en Benicarló, “al día siguiente del operativo en Benicarló, se llevaron a cabo una serie de registros en varios negocios de Reus y aparecieron gran cantidad de joyas, diamantes y muchos kilos de oro”, apuntó. Además, reveló que “quienes regentaban los locales están directamente vinculados con las personas detenidas en Benicarló y era la vía que utilizaban para blanquear y dar salida a los objetos robados”, explicó.

Miralles comentó, asimismo, que actualmente están “intentando localizar a los legítimos dueños” y están “teniendo algún problema porque los robos se cometieron en muchas provincias de España, no solo de Castellón o en la zona de Benicarló”, señaló.

El coronel jefe confirmó también que el material intervenido “era todo ilegal, no hay factura de nada”. En este sentido, aprovechó para hacer una recomendación a la ciudadanía, aconsejándoles “hacer una fotografía con el móvil de todo lo que se tenga de valor, crear una carpeta y archivar esos objetos con el número de referencia y los máximos datos posibles, porque este sencillo gesto es muy importante a la hora de esclarecer los hechos vinculados con una gran redada como esta”.

7 MIEMBROS EN PRISIÓN // La macrooperación se saldó con 15 detenciones y el ingreso en prisión de siete de los arrestados, después de pasar a disposición judicial en la localidad de Balaguer. Los efectivos llevaron a cabo registros en inmuebles de Peñíscola, Benicarló, Benicàssim y el Grao. H