Visto y no visto. Con descaro, con un discurso muy bien preparado y surrealista. Tan absurdo que los dueños de dos conocidas joyerías de Castellón no llegaron ni tan siquiera a sospechar que les estaban robando miles de euros.

La Policía Nacional busca a un grupo de delincuentes formado por ciudadanos de nacionalidad rumana y de etnia gitana como presuntos autores de un delito de hurto en dos establecimientos donde se han apoderado de más de 20.000 euros en joyas.

Tal y como explicaba María del Mar García, la dependienta de la joyería Toni H, en la calle Almirante Cervera del Grao de Castellón, todo ocurrió sobre las 12.00 horas de mediodía. “Entraron dos mujeres, una joven y otra más mayor que llevaba un delantal y toda la dentadura de oro. Me dijeron enseguida que iban a comprar un regalo para una novia y que querían darle una sorpresa muy grande...”. Y continuó: “Me pidieron que les enseñara collares, anillos, brazaletes, pulseras, pendientes... Y tras hacer una selección, me indicaron qué querían y que lo pusiera todo el bolsitas, no en cajas. También que lo envolviera en un paquete y querían que lo adornara con lacitos... para que parecieran bombones, decían, y que así la novia se llevaría una gran alegría al abrirlo...”.

DÓLARES // María del Mar, en el momento en que sucedió todo, estaba acompañada de una clienta, Pilar, quien fue testigo de lo sucedido y tampoco fue capaz de captar el engaño. “La chica joven puso sobre el mostrador una billetera llena de dinero... Y claro, yo cuando vi esa cantidad pensé que en serio iban a comprarlo todo”, explicó María del Mar. Fue en el momento de pagar y cuando ya tenían todo envuelto, cuando la mujer mayor sacó de su bolso dólares. “Me preguntó si podía pagar con esa moneda, y le dije que no... Así que aseguraron que iban al banco a cambiar los dólares y que en cinco minutos volvían... Pasó una hora”, lamentó. “Cuando abrí el paquete cuál fue mi sorpresa que estaba vacío... Me lo habían robado todo en mi cara”.

“¡YA ME HAN ROBADO!” // Lo mismo le sucedió a Javier Martí, de la joyería Varese, en la céntrica calle Asensi de Castellón. “Entraron un hombre de unos 40 años con una chica y me dijeron que querían regalarle joyas a una novia... Tras seleccionar joyas muy caras quisieron pagarme con dólares. Cuando les empaqueté todo en bolsas dijeron que iban a cambiar la moneda... Pasó un minuto exacto desde que salieron por la puerta y pensé: ¡Ya me han robado! Y efectivamente, abrí el paquete y ahí ya no había nada”.

Las cámaras de Javier Martí sí que captaron el robo. “Se ve claro cómo se mete la bolsita con las joyas en la manga”. Este joyero criticó la facilidad con la que “esta gente da salida a las joyas robadas”. “Las tiendas de compro oro son nuestra perdición”, afirmó. H