El juzgado de lo Penal número 3 de Castellón ha condenado a dos presos de la cárcel de la carretera de l’Alcora, Santiago Javier Avellana y Raúl Pardo, a un año de cárcel para cada uno por apalear a otro recluso del mismo centro penitenciario, a quien le fracturaron la mandíbula. El agredido es Wilmar Eduardo Cobo Mesa, un violador condenado a 14 años por agredir sexualmente a una chica en la puerta de un garaje de la calle Fola de la capital de la Plana, el 29 de agosto del año 2007.

Según la sentencia, los reclusos le propinaron puñetazos y patadas por todo el cuerpo. Como consecuencia, Wilmar Eduardo sufrió la fractura de la mandíbula, así como numerosas contusiones y erosiones en la cara. El preso tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y le tuvieron que poner cuatro tornillos.

El juez, además, también ha condenado a los dos presos que le dieron la paliza en la cárcel a indemnizarle con 6.480 euros por los daños y secuelas causados.

Cabe recordar que Wilmar Eduardo se sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Castellón el 27 de octubre del 2008. El acusado se negó a declarar, mientras que la víctima narró al tribunal cómo el agresor le puso una navaja en el costado y en el cuello y la violó.

Así, fue condenado a 14 años de cárcel. Según se dictó en la sentencia, todo sucedió sobre las 6.30 horas en la calle Fola, cuando el condenado observó a la víctima, quien se dirigía en este momento hacia su lugar de trabajo. Este se aproximó a la joven con una navaja automática y le dijo que quería tener relaciones sexuales con ella. La víctima comenzó a dialogar para intentar disuadirle, pero Wilmar Eduardo la cogió por la muñeca y se la llevó a la entrada de un garaje de la calle Bartolomé Reus, donde le levantó la ropa y la agredió sexualmente “agarrándola del pelo”. La joven ya dijo en el juicio, cuando declaró tras un biombo, que el violador la tenía “vigilada” y que fue “muy asqueroso e interminable...”. H