El conductor de un todoterreno que en la tarde del miércoles atropelló mortalmente a un ciclista en la antigua N-340, a su paso por Vinaròs, está siendo investigado como sospechoso de un delito de homicidio por imprudencia grave. De hecho, informaron fuentes judiciales, su saliva ya ha sido enviada a un laboratorio para certificar si había ingerido drogas, en concreto, anfetaminas, como ya adelantó ayer Mediterráneo. El accidente ocurrió en el kilómetro 1.049, cuando el ciclista, que iba sin luces ni casco, irrumpió y cruzó la calzada.