Nuevo auxilio con final feliz en la provincia. Una semana después de que una patrulla del Seprona de Burriana salvara la vida a una mujer, que yacía inconsciente en el suelo; y de que la Policía Local de Almassora auxiliara hace un mes a un anciano, que se atragantó con un gajo de mandarina; la Policía Local de Vinaròs ha protagonizado un nuevo caso. Esta vez, en un restaurante de la avenida Barcelona de la localidad.

Lo que comenzó como una tranquila comida entre amigos, acabó convirtiéndose en una verdadera pesadilla por culpa de un atragantamiento. Una patrulla de agentes municipales se trasladó a un local de comidas este martes, sobre las 15.00 horas. Habían recibido el aviso de que un cliente se estaba ahogando.

Al llegar al establecimiento, encontraron a la víctima, inconsciente y con el cuerpo caído sobre la mesa, tal y como ha explicado a Mediterráneo el intendente jefe de la Policía Local de Vinaròs, Juan Manuel Domènech.

Se trataba de un vecino de Morella, de 70 años, que compartía mesa con un grupo de buenos amigos. La preocupación era máxima en el local y se temía por la vida del hombre.

Los efectivos policiales tranquilizaron a los presentes y procedieron a tumbar al afectado en el suelo del bar, sacándole, con mucho cuidado la comida de la boca y que le estaba obstruyendo las vías respiratorias.

A continuación, los policías locales le colocaron a la víctima una cánula de Guedel, un dispositivo que solo debe ser utilizado por aquellas personas que conocen bien cómo funciona. Se trata de un elemento de plástico que, introducido en la boca de la atragantado, evita el desplazamiento de la lengua hacia la vía aérea y la consiguiente obstrucción de la víctima.

La maniobra de los agentes fue todo un éxito. El máximo responsable de la Policía Local de Vinaròs se mostró «muy satisfecho» por el auxilio prestado por la pareja de efectivos, cuya intervención fue determinante.

Y es que los agentes lograron que el vecino de Morella recobrara la consciencia antes de que llegara la ambulancia con los efectivos sanitarios. Un médico examinó al hombre a su llegada al restaurante y este fue trasladado al Hospital Comarcal de Vinaròs para ser reconocido en profundidad, aunque su vida ya no corría peligro, gracias al rápido aviso y a la intervención de los policías municipales.

Otro caso en un bar

Este último incidente ha quedado en un gran susto y no ha tenido consecuencias graves, como en otras ocasiones. Y es que cabe recordar que hace unos años un vecino de Alcañiz (Teruel), de 68 años, perdió la vida en un bar de Vinaròs al atragantarse con un bocadillo de jamón.

Nada pudieron hacer entonces los servicios médicos, que confirmaron que la víctima había muerto por asfixia.