El parque natural de la Serra d’Espadà fue ayer, de nuevo, pasto de las llamas después de que, hace tan solo dos meses, un individuo que no ha sido identificado prendiera fuego a 70 hectáreas de alcornocal en el barranco de la Mosquera, en Azuébar.

En esta ocasión, según el alcalde, Gerardo Miravete, el fuego ha afectado alrededor de siete hectáreas del monte El Carrascal, a la espera de que hoy los técnicos forestales perimetren la zona. Anoche el fuego todavía no estaba controlado, pese a que los medios desplegados consiguieron rápidamente aminorar su evolución.

El incendio, según el Servicio de Información Audiovisual de los Bomberos, se declaró a las 13.45 horas. El Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón coordinó un amplio dispositivo de medios en el que se movilizaron 25 vehículos, cinco medios aéreos y más de 70 efectivos entre Brigadas de Emergencias de la Generalitat y del Consorcio de Bomberos.

El primer edil manifestó que el origen había sido una quema controlada. “Un agricultor que no es de la localidad estaba quemando olivos de forma legal, con permiso, pero se le fue de las manos”. Y continuó: “Parece ser que intentó apagar las llamas, pero estas evolucionaron muy rápido en el monte de pinar”. La zona afectada se encuentra en la ladera de un barranco y el fuego se extendió de forma ascendente hacia la cima de la misma. Un extremo que dificultó las tareas de extinción, pese a que los bomberos consiguieron reducir el impacto medioambiental desplegando numerosos medios.

Al cierre de esta edición, continuaban en la zona bomberos de Segorbe, voluntarios de Llucena, dos Brigadas de Emergencia de la Generalitat y un capataz forestal, ya que el foco seguía activo.

PIRÓMANO // El alcalde indicó a Mediterráneo que el espacio natural que se ha visto dañado “tardará tiempo en regenerarse, ya que es pino viejo y, pese a que con la caída de piñas se reforesta solo, será cuestión de años”. Asimismo, quiso concienciar a los ciudadanos “a que utilicen el sentido común. En esta ocasión ha sido un accidente, pero hay que tener cuidado con las quemas, no se pueden tener distracciones porque el fuego se extiende rápido”.

Cabe recordar que la Guardia Civil continúa con la búsqueda del pirómano que hace dos meses calcinó de forma intencionada 70 hectáreas. En aquella ocasión, este individuo aprovechó el atardecer, con rachas de más de más de 65 kilómetros por hora para incendiar esta gran reserva natural. H