Un desgraciado accidente fortuito es la principal hipótesis que sostiene en estos momentos la Policía Nacional de Vila-real que investiga las circunstancias que rodearon la caída de una niña de 12 años desde un cuarto piso en la noche del lunes, como publicó Mediterráneo en exclusiva.

Según pudo averiguar este diario, los agentes que llevan el caso entrevistarán a la menor en los próximos días en el hospital donde sigue ingresada tras romperse los dos tobillos en la tremenda caída, por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente el martes en varias ocasiones.

La Policía Nacional ya ha tomado declaración a los padres de la pequeña, que en el momento del accidente estaban en la casa junto a su otra hija de solo tres años. Las mismas fuentes remarcaron que la idea de que fue un percance se basa en que la niña cayó de pie, intentando agarrarse a los tendederos de la finca del patio de luces, pero precipitándose, finalmente, contra el techo de uralita de un bajo comercial que hay en el mismo edificio, sobre el que cayó fracturándose dos tobillos.

Tanto los tendederos como la uralita amortiguaron el golpe, ya que, de lo contrario, afirmaron fuentes sanitarias, la menor habría perdido la vida en el acto.

REVUELO Y GRITOS // La céntrica calle donde ocurrió el suceso se convirtió en pocos minutos en un hervidero de gente. Eran las 22.00 horas del lunes cuando los gritos y chillidos de algunos familiares alertaron a los vecinos. Los padres explicaron a la Policía Nacional, que cortó toda la calle, que escucharon un golpe y vieron la ventana abierta. Afortunadamente, la pequeña fue rescatada con vida, pese a que cayó desde una altura de unos 10 metros. La investigación sigue abierta a la espera de que declare la niña.