La Policía Local de Castellón junto con un retén de los Bomberos Municipales y una ambulancia han intervenido durante la noche del domingo en un aparatoso accidente de tráfico ocurrido sobre las 23:00 horas en la calle Calderón de la Barca a su paso por la calle Juan Bautista Palomo Martí.

El siniestro se ha producido cuando, por causas que está investigando el equipo de Atestados e Investigación de Accidentes de la Policía Local de Castellón, un turismo Peugeot 208 y un vehículo Opel Mokka han colisionado frontolateralmente dentro de la rotonda situada en el cruce. Como consecuencia del impacto, uno de los turismos, el Opel Mokka de color blanco, tras golpear un bordillo de la calzada, ha volcado sobre la acera y se ha quedado apoyado sobre una palmera situada en la mediana.

Varios conductores, que en ese momento circulaban por la calle Calderón de la Barca han avisado al Centro Integral Municipal de Seguridad y Emergencias 092 del accidente, el cual ha comisionado rápidamente a varias patrullas de la Policía Local, a una dotación de Bomberos Municipales y a una ambulancia para que se desplazasen al lugar ya que el vehículo había volcado sobre el techo y se desconocía el estado de salud de su conductor.

Unos minutos después han llegado al lugar del accidente los servicios de emergencias y la Policía Local de Castellón, cuyos agentes han cortado al tráfico la calle Calderón de la Barca en el tramo afectado por el siniestro. Por su parte, las asistencias sanitarias han atendido a la conductora y a una acompañante que circulaban en el Peugeot 208 ya que ambas se quejaban de varias contusiones. Tras esta primera atención médica en el lugar del accidente, T.S.T., de 22 años de edad y A.M.D., de 33 años han sido trasladadas hasta el Hospital General con pronóstico leve.

En cuanto a los daños materiales provocados por el accidente de tráfico, además de los cuantiosos desperfectos que han sufrido los dos vehículos implicados, también se han visto dañada una palmera. Por último, los Bomberos Municipales han procedido a la limpieza de los dos carriles de la rotonda ya que se había derramado líquidos de motor y combustible en toda la glorieta y habían esparcidos por la calzada multitud de restos de los dos vehículos siniestrados.