Un velero que navegaba ayer por la costa de Alcossebre dio a las 10.30 horas el aviso a Salvamento Marítimo de Castellón tras encontrar el cadáver del bañista de 41 años que desapareció el pasado miércoles por la noche en la playa norte de Peñíscola.

El cuerpo estaba flotando a una milla de la costa, frente al puerto de Las Fuentes, por lo que los propietarios de la embarcación llamaron al 112 y la Guardia Civil lo trasladó al puerto peñiscolano, donde se identificó el cadáver como Gonzalo Briones Grandes, de Alcalá de Henares, Madrid.

Los familiares del fallecido, que veranean en la zona, acudieron hasta las instalaciones portuarias para identificarlo. De hecho, desde su desaparición habían colgado carteles con su fotografía y su descripción con el fin de que los residentes y turistas que lo pudiesen reconocer llamasen a un número de teléfono móvil, que ayer permanecía fuera de servicio. En cuanto a las causas del suceso, fuentes de la investigación no sabían si habría sufrido un accidente al entrar al mar o si, por el contrario, se había suicidado.

La ropa del bañista se encontró en la misma playa norte de Peñíscola, donde se han centrado los esfuerzos de búsqueda en los últimos días. De hecho, todas las embarcaciones que han navegado por la zona desde el pasado miércoles han permanecido alerta mediante los avisos por radio que ha efectuado Salvamento Marítimo con el fin de encontrar al desaparecido lo antes posible.

La operación se prolongó hasta el hallazgo del individuo sin vida y solo fue interrumpida por las adversas condiciones climatológicas del viernes, que dificultaron el rastreo por la zona marítima. Entre los dispositivos movilizados se encuentran los agentes de Policía Local peñiscolana, los buzos y una lancha neumática de la Benemérita, un helicóptero y diversos vehículos del Grupo de Actividades Subacuáticas (GAES) del instituto armado, que se apostaron junto a la avenida del Mar de Peñíscola mientras duró el dispositivo especial de búsqueda.

EXPECTACIÓN // El caso ha causado gran conmoción entre los vecinos de Peñíscola y Alcossebre por el modo en el que ha aparecido el bañista y su mediana edad. Asimismo, la presencia de tantos efectivos de la Guardia Civil ha generado gran alboroto entre los turistas y los residentes, que se preguntaban “si había algún peligro en la costa castellonense”.

Este hecho recuerda a la operación que se emprendió en Peñíscola el pasado mes de febrero, cuando un turista alemán cayó al agua en similares circunstancias y su cadáver apareció semanas más tarde flotando en Dènia, tras ser arrastrado por la corriente. H