Otra de las iglesias de la provincia, la de Vallat, se suma a la lista de templos que en la última semana han sufrido algún acto vandálico o robo. Se trata del quinto caso, que en esta ocasión se ha registrado en la parroquia de San Juan Evangelista.

Según ha podido saber este diario, los delitos podrían estar conectados, puesto que en todos los hechos se ha utilizado el mismo modus operandi, violentando puertas y ventanas. Según relata el responsable de la iglesia de Vallat, mosén Oriol Genius, los ladrones consiguieron acceder al lugar «a través de una ventana con barras de hierro que lograron doblar». Una vez dentro, fueron a la sacristía y revolvieron los cajones y algunos armarios.

Aunque vieron cálices y una custodia no se los llevaron. Tan solo, según concreta el sacerdote, abrieron algún lampadario y sustrajeron «lo poco que había en él». El mosén, que denunció los hechos ante la Guardia Civil, revela que los intrusos, sacudieron el mantel de tela que tiene puesta la mesa del altar.

Después, los ladrones se marcharon, aunque no por la ventana por donde habían entrado, sino que salieron por la puerta principal del templo. Un vecino fue el que, horas después, se percató de lo sucedido al comprobar que el acceso a la iglesia estaba abierto y que dentro no había nadie. «No sabemos para qué entran, si no se llevan nada de valor y solo destrozan y revuelven», se lamenta Oriol Genius.

CASOS ANTERIORES

Vallat se suma al resto de parroquias de la diócesis que en los últimos días han sufrido robos. Entre ellas se encuentran la de Villahermosa del Río, Ares, Eslida o la ermita del Calvario de Borriol. En los últimos dos meses también hay que contabilizar los casos de las ermitas del Castillo de Villamalefa y de Zucaina, por lo que los casos ascienden a siete. El obispado de Segorbe-Castellón ha puesto en alerta a sus curas y ha pedido máxima cautela.